domingo, 18 de abril de 2010

¿Qué tan profundamente calientes eran las manos de José León Suárez? II

Era lunes de madrugada ella se despertó ansiosa con su respiración acelerada, es que Adela había tenido una pesadilla muy fuerte. Se tomó unas pastillas y un trago largo de whisky pero no logró conciliar el sueño nuevamente, las imágenes que vio la habían dejado perturbada, aturdida. Pero ¿qué era lo que la alteraba tanto?, recordaba a un hombre de una cara muy conocida prendido fuego. Era impactante la crudeza del sueño y también lo real del mismo. Ella solía soñar cosas fuertes pero ninguna de estas características. Luego intentó dilucidar de quién era esa cara tan familiar, hasta que pegó el grito en el cielo al darse cuenta que era su cuñado. Le parecía muy extraño todo y sintió algo dentro suyo que la impulsó a buscar explicaciones. También quería averiguar sobre un nombre que quedó retumbando en su cabeza. Salió de la cama se vistió, y se subió al auto. Iría a confirmar si su pesadilla era realidad o tan solo un horrible sueño. Aceleró desesperadamente, rápido se dirigió por la avenida hacia la casa de su hermana. Llegó y despertó a su hermana Mercedes con dos golpes fuertes a la puerta. La dueña de casa todavía dormida y con mucho temor pregunto quién era. Al ver que era Adela enseguida la hizo pasar y le pregunto que la traía por ahí a esas horas. ¿Están todos bien? preguntó. Mercedes le dijo que todo estaba bien y no había pasado nada raro. ¿Donde está Julio? replicó nerviosa sobre su cuñado. "está en un viaje de negocios" exclamó la hermana y comentó que se fue con su socio Luis. "Llamalo", "Llamalo", ¡algo malo le pasó, algo malo le pasó! ésta atónita accedió. Su marido no contestó ni al celular, ni en el hotel en el que se alojaba. Entonces esta, ya nerviosa , insistió a la recepción del hotel para que se fijen si estaba allí. Julio apareció pero no como imaginaba su mujer, fue hallado por el conserje en el baño de su suite todo quemado. Alguien lo había prendido fuego. Ante este tétrico panorama fueron al hotel con la policía, y efectivamente estaba incendiado. El olor a nafta clarificó la forma del asesinato.
Luis su socio se hospedó en el cuarto de al lado, pero él no oyó nada y dormía cuando todos arribaron. La policía chequeó cuales eran los hospedados en el hotel en ese momento. Había un hombre llamado José León Suárez. Adela, sorprendida, insistió en que lo revisarán, ¿pero porqué haría esto? solo ella lo sabía. La policía no encontró nada sospechoso pero al palpar a Suárez percibieron que sus manos estaban profundamente calientes y con un leve aroma a combustible. Fue detenido y se determinó que fue el autor del hecho por algunos restos de nafta que tenían sus ropas. José León Suárez, según investigaciones pertinentes, quería formar parte de la sociedad que tenía Julio con Luis pero ellos no aceptaron. Debido a esto, el psicótico decidió vengarse y de una forma nefasta.
Adela había tenido un sueño premonitorio, ese nombre que oyó en la pesadilla era el del asesino de su cuñado. Se los relató a ls investigadores del caso, poniendo énfasis en aquel instante en que Julio repetía quién lo había matado. De allí en más fue reclutada para ayudar a la policía a investigar crímenes. Jamás se olvidó de las manos calientes de Suárez.

1 comentario:

  1. Me gustó como quedó la nueva vuelta de tuerca. Volvieron a repetirse algunas palabras en la secuencia en que Adela llega a lo de su hermana (creo que son mas que nada Mercede y hermana)
    Nos vemos mañana!

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