domingo, 11 de abril de 2010

¿Que tan profundamente calientes eran las manos de José León Suárez?

Era lunes de madrugada ella se despertó ansiosa con su respiración acelerada, es que Adela había tenido una pesadilla muy fuerte. Se tomó unas pastillas y un trago largo de whisky pero no logró conciliar el sueño nuevamente, las imágenes que vio la habían dejado perturbada, aturdida. Salió de la cama se vistió, y se subió al auto. Iría a confirmar si su pesadilla era realidad o tan solo un horrible sueño. Aceleró desesperadamente, rápido se dirigió por la avenida hacia la casa de su hermana. Llegó y despertó a su hermana Mercedes con dos golpes fuertes a la puerta. La dueña de casa todavía dormida y con mucho temor pregunto quién era. Al ver que era Adela enseguida la hizo pasar y le pregunto que la traía por ahí a esas horas. ¿Están todos bien? preguntó Adela. Mercedes le dijo que todo estaba bien y no había pasado nada raro. ¿Donde está Julio? replicó nerviosa sobre su cuñado. "está en un viaje de negocios" exclamó la hermana y comentó que se fue con su socio Luis. "Llamalo", "Llamalo", ¡algo malo le pasó, algo malo le pasó! Mercedes atónita accedió. Su marido no contestó ni al celular, ni en el hotel en el que se alojaba. Entonces esta, ya nerviosa como su hermana, insistió a la recepción del hotel para que se fijen si estaba allí. Julio apareció pero no como imaginaba Mercedes, su marido fue hallado por el conserje en el baño de su suite todo quemado. Alguien lo había prendido fuego. Ante este tétrico panorama fueron al hotel con la policía, y efectivamente estaba incendiado. El olor a nafta clarificó la forma del asesinato.
Adela enfatizó fue José León Suárez, nadie sabía quién era ese hombre. Luis su socio se hospedó en el cuarto de al lado, pero él no oyó nada y dormía cuando todos arribaron. La policía chequeó cuales eran los hospedados en el hotel en ese momento. Había un hombre llamado José León Suárez en una de las habitaciones, enseguida ingresaron en su cuarto y lo revisaron. El hombre estaba en su cama leyendo. La policía no encontró nada sospechoso pero al palpar a Suárez percibieron que sus manos estaban profundamente calientes y con un leve aroma a nafta. Fue detenido y se determinó que fue el autor del hecho por algunos restos de nafta que tenían sus ropas. José León Suárez, según investigaciones pertinentes, quería formar parte de la sociedad que tenía Julio con Luis pero ellos no aceptaron. Debido a esto, el psicótico decidió vengarse y de una forma nefasta.
Adela había tenido un sueño premonitorio, ese hombre que vio en la pesadilla era el asesino de su cuñado. De allí en más Adela fue reclutada para ayudar a la policía a investigar crímenes. Jamás se olvidó de las manos calientes de Suárez.

1 comentario:

  1. ¿Qué tan profundamente calientes eran las manos de José León Suárez?

    Excelente título, despierta muchas sospechas, nos lleva a hacer anticipaciones. Quizás podrías jugar más con esto en el transcurso del relato. Con lo que se cuenta y lo que no se cuenta, con ir develando el misterio de a poquito. O ni siquiera.

    Esto es como para que lo vayas pensando. Hasta el martes.

    Emilia

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